TOALLAS HIGIÉNICAS ECOLÓGICAS Y OFRENDA LUNAR
¿Sabías que las mujeres de comunidades indígenas tienen menstruaciones cortas y escasas? ¿que los porcentajes de miomas, hemorragias uterinas, endometriosis, quistes de ovario, cáncer de cuello uterino y mama varían bastante según el lugar donde vives, lo que comes y lo que usas? ¿lo sabias?
Si no es así, es hora de que te informes porque lo que está en juego es tu salud, la salud de tu linaje y el de la tierra misma. Lo que nos dicen los medios de comunicación casi siempre va en pro de las grandes industrias y en contra de nuestro cuerpo.
Si le preguntamos a una mujer indígena -de cualquier comunidad- cuantas toallas usa durante su menstruación la respuesta sería ...ninguna, si le preguntamos cuantos días dura y cómo es su menstruación diría "...1 a 3 días, muy suave y clara" y si le preguntamos qué usa para "protegerse" esos días unas dirían nada, otras un trapito y otras un chumbe o un recito...en la cintura.
Si le hacemos esas mismas preguntas a una mujer "civilizada" las respuestas serían "... unos 8 a 10 tampones, 10 a 20 toallas -que cambio con relativa frecuencia para evitar fugas y se manche la ropa-, durante tres a cinco días si el flujo no es muy abundante -aunque generalmente lo es-, con coágulos, a veces oscura otras veces clara, acompañada de dolor que pasa en unos días, con sensación de pesadez en el vientre y los senos, malhumorada, a veces con acné, con llanto fácil, agotada y sin ganas de hacer cualquier cosa...y con mucho trabajo por hacer; no me entienden, ni me entiendo yo misma."
¿Qué dirías tú? ¿sufres tu menstruación o te gozas tu luna?
En nuestro cuerpo una cascada de hormonas estimula la formación de un hermoso tejido al interior de nuestro útero -centro de creatividad y vida- y así, la trama y la urdimbre de ese endometrio (nombre científico dado a ese tejido) se disponen a nutrir la vida que allí se geste; el cuerpo ha escogido la mejor sangre para cumplir el propósito de la vida, la mejor sangre que nutrirá durante meses un embrión o por unos días una idea, una emoción, un proyecto. Si no hay gestación bológica ese tejido vital sale en ofrenda a la vida misma, ya no puede devolverse hacia los vasos sanguíneos que le dieron impulso ni puede quedarse adherido al útero porque éste con su pulsar de amor sabe que en la vida todo -absolutamente todo- tiene un ciclo.
El útero amorosamente desprende ese tejido vital y lo entrega para que al salir de nuestro cuerpo salgan con él las tristezas y cargas que las mujeres a lo largo de la historia hemos guardado en nuestro vientre para transmutarse en amor y entrega, también salen con él las alegrías y experiencias porque en su expresión logran la expansión de ese amor y entrega para que llegue a todos los confines del planeta.
Los indígenas lo sabían y lo saben, los piel rojas llevaban en sus rostros la sangre lunar de sus mujeres como protección y fortaleza en la batalla; los sacrificios a la divinidad se hacían con la sangre de las mujeres, sangre ofrecida -naturalmente-por el cuerpo y entregada con amor y no con miedo; las mujeres sangrando sincrónicas entre ellas y con la luna, se reunían en las tiendas rojas para soñar y volar, para fortalecer las "raíces" de sus comunidades y las "ramas" entre ellas y así nutrir los frutos del amor y la convivencia; las abuelas estimulaban la aplicación en el rostro de los adolescentes para curar el acné y en otros sitios para curar los dolores; los indígenas y comunidades originarias lo sabían y algunas ...tristemente lo olvidaron.
En Colombia -y otras partes de Gaia- algunas comunidades aun piensan que la sangre menstrual es sucia y quema la cebolla y por eso la rechazan, otras la honran y la siembran para continuar el ciclo y notan que sus cultivos son más prósperos y sanos.
La industria nos ofrece una cantidad de productos para "no sentir esos días", " liberarse del olor y la molestia" y que pasen como cualquier otro día en nuestra vida, "esos días "son precisamente días diferentes para que cada una se conozca...desde dentro, desde sus entrañas, desde sí. Días de hacer la pausa en nuestro ritmo y escucharnos, consentirnos, disfrutarnos.
Cada mujer vive ciclos, cada ciclo es un aprendizaje y una forma de sanar, cada día en ese ciclo es la conciencia misma en expresión; re-ciclamos continuamente, por qué no reciclar en nuestro ciclo.
Alternativas muchas hay:
-Usar toallas de tela elaboradas por tí o por alguna promotora como yo.
-Usar una copa menstrual, ojalá en silicona.
-Permanecer en casa los días de sangrado y cuando baje la sangre lunar colocar una copita o vaso, un totumo o una concha para recibirla.
-Conectarte con tu cuerpo para saber el momento exacto de dicho descenso lunar y recibirla toda sin pérdidas o manchados. Tal vez no sepas que algunas mujeres están tan conectadas con su vientre y sus lunas que saben el momento exacto en que sale su ofrenda roja y la reciben, u otras que al pujar para defecar u orinar es cuando se expresa su luna. En el taoismo algunas mujeres forman un huevo con su endometrio y es lo que "paren" cada mes.
Con el paso de los meses notarás algo maravilloso: se acortan los días, disminuye la cantidad, desaparecen los coágulos, se aminora o elimina el dolor, desaparece la congestión, te sientes más creativa y libre, te armonizas con tus relaciones, te entregas al regalo de cada lunación y lo gozas plenamente.
Con el paso de los meses querrás que tu pareja siembre contigo tu luna y luego él querrá sembrar su semilla también.
Reduces en tí y en el planeta, reusas para tí y para el planeta, reciclas tu ciclo y sanas con él.
Nuestra luna es un hermoso regalo, aprende de ella, valora su llegada, honra su presencia y también su partida, hónrala en las otras mujeres y vibra en Amor y Luz.
Bendito vientre, bendita luna, bendita ofrenda.
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2 comentarios:
hermoso!! simplemente hermoso regalo, el de estas palabras, el de la luna en la tierra!!!
bendiciones desde argentina
que informacion tan linda, gracias por compartirla con nosotras.muchas gracias de verdad!!!
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